El
pasado 18 de septiembre siendo las 8:45 de la mañana en el colegio Francisco
Núñez Pedroso, la alumna Brigith Lorena Gonzales, estudiante de grado sexto de bachillerato atento contra su
vida delante de sus compañeros, en la cancha central de la institución.
Lo que parecía ser un día
normal dentro de la institución termino envuelto en una tragedia de grandes
magnitudes, la estudiante Brigith Lorena Gonzales, presentaba un cuadro
depresivo desde hace varios días, salió corriendo del salón en el que se
encontraba, parándose en el centro de la cancha principal, de su bolso saco un
revolver calibre 38, con el cual propicio un disparo al aire libre, llamando la
atención de todos los miembros de la institución.
Inmediatamente, el colegio
tomo medias preventivas, la policía, el cuerpo de rescate y diferentes
profesores y psicólogos se dirigieron al lugar de los hechos, intentando
persuadir a la alumna que se encontraba en estado de negación y apuntaba a
diferentes partes de su cuerpo con el arma, en el transcurso del suceso, las
personas se aglomeraban para saber el estado de sus hijos y de la estudiante.
Pasados 20 minutos la
estudiante apunta con el arma a su abdomen y con el sonido del timbre institucional suena un disparo, dejando a la
menor inconsciente en el suelo, rápidamente la policía y el cuerpo de rescate
toman acción y llevan a la estudiante a la ambulancia, quien ya se encontraba
sin signos vitales estables, al llegar al hospital la menor fallece.
Tras lo ocurrido 20
estudiantes entraron en shock nervioso y fueron trasladados al hospital de la
ciudad; este lamentable echo genero conmoción dentro de la población
Mariquiteña, al ver que una menor de 14 años se encontraba sola en la ciudad
sin un apoyo familiar, presuntamente la madre de la menor la habría dejado al
cuidado de unas tías, quienes la habían expulsado de su domicilio debido a
problemas de conducta de la niña.
La menor se quedaba
ocasionalmente en casa de amigas y familiares, sin embargo hace poco, vivía en
una casa quinta de la ciudad, casa de la cual adquirió el arma.
El 19 de septiembre se
llevarían a cabo las exequias en la casa fúnebre de la ciudad, su familia no
presento rastro alguno, la madre que se manifestó horas más tarde alego que no
sabía las situaciones que estaba pasando la menor, y que en cada llamada
recibía un estoy bien, por consiguiente no conoce las causas reales de las
acciones de su hija.